Por lo tanto, vale la pena repasar el contexto de la micoflora etíope, sus usos etnomicológicos y sus aspectos socioeconómicos para evocar la conciencia sobre el estatus y el uso más amplio de especies comestibles y medicinales en el país. Para ello se implicaron a todas las partes interesadas en cada una de las fases del proyecto, incluyendo población local (principalmente rural y con especial interés en las mujeres), sociedad civil, administración local, servicios técnicos y centros de investigación.
Todos estos actores, que participaron activamente en el proceso de toma de decisiones asociado al proyecto piloto, han mostrado su interés en la continuación del mismo, para dar un paso adelante en cuanto a la gestión sostenible del recurso micológico en Etiopía y la obtención de beneficios económicos asociados a su aprovechamiento.